Si buscamos por Internet diferentes tratamientos para las varices, es posible que nos salgan muchas páginas donde nos hablan de tratamientos, de recomendaciones, de alimentación, etc.
En realidad, hay algunos tratamientos que no precisan de cirugía y que tampoco requieren un postoperatorio, como es la microinducción.
Ahora que ha llegado el frío, este tratamiento es plausible, pero, ¿cómo se realiza?
Lo primero que debes tener en cuenta es que sea realizado por profesionales cualificados y especializados. Una vez esté certificado, pasemos al segundo paso.
La microinducción supone la aplicación de una medicación dentro del canal de la vena. Esto se puede hacer en todo tipo de varices porque se aplica a una concentración muy baja para que no se destruya la vena sino para reparar, de alguna forma, la pared vascular.
Esto consigue que, con el tiempo, las válvulas se acerquen y se produzca el buen flujo sanguíneo de la vena, haciendo que desaparezcan las varices. Por supuesto, no es de la noche a la mañana pero se consigue recuperar la vena, la salud y se evita la intervención quirúrgica o las secuelas que pueda tener.