Síntomas que te avisan que el suelo pélvico está débil

El suelo pélvico es una zona que no es fácil de fortalecer. Los propios expertos saben que, el ejercicio diario, si bien ayuda, no sirve para mejorar la musculatura de esta zona, y se requiere un entrenamiento especial en ella para lograrlo (con los tan conocidos ejercicios de Kegel). 

Sin embargo, hay ocasiones en las que no le prestamos atención y el cuerpo nos da avisos de que existen un problema que, de no ponerle remedio, podría ser mucho peor. ¿Quieres saber cuáles son? 

  1. Señales de que el suelo pélvico está debilitado

Un suelo pélvico debilitado es un problema importante. Afecta, por ejemplo, al hecho de que no puedas controlar la orina y se escape, o a no disfrutar como debes de las relaciones de pareja. Y no es un problema de la mujer, también los hombres lo sufren. 

Entre las señales que te manda tu cuerpo, tienes: 

  • Problemas para orinar. En el sentido en que, cuando vas, te cuesta más orinar, o sientes que no te quedas vacía por completo, con lo que tiendes a ir más veces al baño. Además, a esto se le puede unir una sensación de querer orinar a menudo, y que te duele hacerlo. 
  • Tener «fugas». Esas «pérdidas de orina leves» que anuncian en la televisión, ¿sabes que pueden ser debidas a un suelo pélvico débil? En lugar de comprar compresas para solucionar esos incómodos momentos, ¿por qué no fortalecerlo para que no se produzcan? Y sí, también te puede pasar con las heces, así que es algo serio. 

Sentir un «bulto» en la vagina. Algo que sale, una sensación desagradable porque piensas que hay algo, peor no sale nada. Y sin embargo tu cuerpo te está avisando que ese músculo no está haciendo su función.

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