Sangrados anales: ¿debo preocuparme?

Imagina lo siguiente: has ido de vientre y coges papel higiénico para limpiarte. Pero te das cuenta que esté aparece manchado de sangre… Como sabes, esta es muy «escandalosa» y aunque sea una pequeña herida, la sangre hace que se vea mucho más grave de lo que uno piensa. Pero, ¿en el ano es preocupante? ¿Qué deberías hacer? 

Que no cunda el pánico: hay razones para los sangrados anales

Un sangrado anal no debe preocuparte siempre que no haya más síntomas o problemas relacionados con este. En ocasiones, al evacuar aguas mayores (es decir, las heces), puedes hacerte alguna herida o fisura anal por el camino debido sobre todo a un endurecimiento de las heces que, al pasar por el tracto anal, desgarran o arañan la zona. Pero puede ser que una vez dejes de sangrar, ya no haya más síntomas. 

Ahora bien, si ese sangrado se repite en el tiempo, además de aparecer otros síntomas como molestias, pérdida de peso, problemas digestivos, etc. entonces sí hay que preocuparse. En realidad, hay muchas razones por las que puede haber un sangrado anal. Pero no todas ellas son malas. Problemas como hemorroides o fisuras anales son comunes y muy habituales, pero se pueden solucionar fácilmente; en cambio, tampoco debes descartar las malas, como la posibilidad de un cáncer de colon o de recto. Por eso, ante cualquier situación anómala, lo mejor es acudir a un especialista para salir de dudas.

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