El suelo pélvico es una zona que se tiene, tanto en los hombres como en las mujeres. Sin embargo, hasta hace unos años no se le empezó a prestar la importancia que tenía. Y es que fortalecerlo ayuda a evitar problemas futuros.
Las consecuencias de un suelo pélvico deteriorado
Siempre se dice que, llegada a una edad, es habitual que se disfruten menos de las relaciones sexuales, que se tengan pérdidas de orina, o incluso que notes dolores en esa parte entre tus piernas. Pero, ¿y si te decimos que no es así? Todo esto, y mucho más, es consecuencia de un suelo pélvico deteriorado.
En concreto, las consecuencias de no fortalecer el suelo pélvico son las siguientes:
- Dolor lumbar.
- Incontinencia urinaria, que puede ser leve o abundante.
- Disfunción sexual. Puede dar lugar a que no se sienta nada en las relaciones sexuales, que no se tengan orgasmos, o que haya dolor en las relaciones.
- Prolapsos. Es decir, caída de órganos intraabdominales, con el consiguiente dolor y sensación de un peso que cuelga.
Si se siente alguno de estos problemas es muy necesario acudir a un especialista porque puede tener solución. Por ejemplo, estableciendo una serie de ejercicios para mejorar la musculatura pélvica, o en casos más graves, necesitar otro tipo de intervenciones para conseguir resultados.