El suelo pélvico es una zona que, a pesar de que hagas ejercicio, no puedes ejercitar con este, necesita de una rutina específica para esta zona. El problema es que, en ocasiones, lo que haces no es bueno para ello, y en lugar de obtener beneficios, lo que haces es perjudicarte aún más.
Fallos a la hora de ejercitar el suelo pélvico
Realmente, estos fallos son muy fáciles de cometer, pero también de solucionar. Pero, para ello, debes conocer lo que haces mal:
No contraer los músculos adecuados. Esto es muy habitual, y no debes avergonzarte de ello ya que al final lo cometemos todos. Y es que, bien por desuso, por no saber, etc. los músculos del suelo pélvico se encuentran en el interior de la pelvis y es difícil dar con él, sobre todo si has perdido estos o no están ejercitados. Así, acabas contrayendo los cercanos, como son los glúteos, los abdominales o los abductores. O todos ellos. ¿Cómo sé entonces cuál debe apretar? Pues ponte en una postura cómoda. Y ahora aprieta y eleva el ano, vagina y uretra, pero deja todo lo demás relajado.
No te pases con el ejercicio. No por dedicar más tiempo vas a conseguir mejores resultados; de hecho puede ocurrir al contrario.
No te olvides de relajar. Es muy importante, porque tienes que darle tiempo de descanso.