Si estás embarazada, es posible que te hayas encontrado con esta situación: tienes hemorroides.
Lo primero que debes hacer es quedarte tranquila porque es algo que casi todas las embarazadas sufren. De hecho, suelen aparecer en el tercer trimestre de embarazo debido a algunas causas como son:
1. Estreñimiento, sobre todo si no se ha hecho ejercicio físico en los anteriores trimestres.
2. Inflamaciones del plexo venoso anal. Esto viene causado por el peso del bebé, de la placenta y de todo lo que hay por ahí.
3. Incapacidad de tratamiento por cremas o medicamentos que pueden paliar más fácilmente las hemorroides (como los corticoides).
Actualmente, hay algunos medicamentos y remedios que ayudan a las embarazadas a tratar las hemorroides sin poner en peligro la vida del bebé.
Por ejemplo, las infusiones para embarazadas (aquellas que estén indicadas), o los baños con productos adecuados para las hemorroides (como la caléndula) o la homeopatía, pueden ayudar a eliminar los dolores y picores.
Si aun así no te fías, siempre puedes consultarlo con el médico que lleve tu embarazo, o la enfermera, que pueden darte consejos para aliviar las hemorroides. Y recuerda que, después del embarazo, debes seguir cuidándote para eliminarlas o tratarlas de una manera más efectiva (por medicación o cirugía).

