Las varices son un problema cada vez más habitual en la sociedad. El porcentaje de mujeres, y también hombres, que las sufren va en aumento. Sin embargo, también la preocupación por la salud lo hace. Esto permite que se puedan tomar cartas en el asunto antes de que el problema sea importante.
A nadie le gusta entrar en un quirófano. Es una situación que nos pone nerviosos y que nos hace sentirnos mal. Y, afortunadamente, en el tratamiento de varices, hay soluciones menos invasivas que las de acudir a un cirujano. ¿Te contamos cuáles? De hecho, suele haber varias:
1. Esclerosis química o con espuma. Lo que se hace es inyectar una sustancia que se encarga de coagular las venas.
2. Crioesclerosis. Con esta técnica se usa una aguja, la criojeringuilla, que mezcla una temperatura muy baja (-40ºC) con la sustancia que se inyecta creando el mismo efecto anterior.
3. Láser superficial. Es una de las más aplicadas y sirve para secar las venas y que colapsen. De esta forma, el problema de las varices va desapareciendo.
4. Termo coagulación. Esta técnica se usa cuando las varices o las arañas vasculares son pequeñas. Para ello, con calor, se secan las varices.
5. Dermoabrasión. Para quemar las pequeñas venitas que se tengan.
Es por este motivo que, todo tratamiento contra las varices, se debe realizar en cualquier época del año que no sea verano, para evitar el malestar y los días posteriores en que se ha de llevar un cuidado especial.