Llega la Navidad, los regalos, las cenas, las fiestas… Y sí, también los tacones. Esos pequeños demonios que encarcelan tus pies y que te sostienen en una postura nada adecuada para tu columna durante horas y horas. Pero también afectando negativamente a tus varices.
Vale, reconocemos que el tacón alto hace más elegante y estilizada la pierna. Pero también es el gran mal de las varices. Y esto es debido a que la postura de andar se altera (bastante, ya que en lugar de andar con todo el pie, de forma natural, lo haces con una parte solo).
Esto hace que los músculos de las piernas pierdan eficacia y aparecen los problemas circulatorios. Dicho de otro modo, al llevar tacones, provocas que el flujo de sangre funcione de manera adecuada, reteniendo sangre en los miembros inferiores. Con ello, se aumenta la presión venosa, y provocaría la aparición de varices (o el agravamiento de estas).
Los expertos recomiendan que la altura de un tacón debe variar según la edad de la persona. Pero siempre con un máximo de 3-5 centímetros (y, en el caso de mayores de 50, no pasar de 2,5 cm). Más allá de eso, las consecuencias para las varices (y la espalda) pueden ser perjudiciales. Así que, si quieres disfrutar estas navidades sin dañar tu salud y que no te molesten las temidas varices, elige unos zapatos de tacón con sabiduría. Y si quieres deshacerte de las varices, entonces hay tratamientos que pueden hacerlo, consúltanos sin compromiso.


